Miércoles noche: PLAYA
Pues si, los miércoles por la noche D.M. vamos con un grupito de amigos a la playa a cenar.
Es una tradición que durá ya 3 añitos. Unos dias vienen unos, otra semana vienes otros diferentes, luego se mezclan, incluso algunos repiten.
Unos dias el agua está más fría que otros, o la cena es buena o excelente pero lo mejor, sin lugar a duda es la compañía.
Compartir una tarde-noche, cuando la playa nos deja un poco más de sitio, con la gente con quien te encuentras a gusto es fantástico.
Hablamos, nadamos, nos rebozamos... y todo aquello que se hace en la playa, sobre todo cuando vienen los babies (y es que esos maravillosos enanos nos provocan nuestros instintos más infantiles y a nosotros nos gusta eso de hacer castillitos).
Es una convocatoria abierta y a la que os podéis apuntar cuando queráis y desapuntaros a voluntad. Ayer, 6 personas y 2 personitas.
Otro punto a destacar... cambias las cuatro paredes de la casa, apagas esa caja tonta que tenemos sobre el mueblecito de la sala y disfrutas de un rato al aire libre, en remojo, con amigos y bajo el cielo que, en ocasiones, nos ofrece estrellas fugaces.
Es una tradición que durá ya 3 añitos. Unos dias vienen unos, otra semana vienes otros diferentes, luego se mezclan, incluso algunos repiten.
Unos dias el agua está más fría que otros, o la cena es buena o excelente pero lo mejor, sin lugar a duda es la compañía.
Compartir una tarde-noche, cuando la playa nos deja un poco más de sitio, con la gente con quien te encuentras a gusto es fantástico.
Hablamos, nadamos, nos rebozamos... y todo aquello que se hace en la playa, sobre todo cuando vienen los babies (y es que esos maravillosos enanos nos provocan nuestros instintos más infantiles y a nosotros nos gusta eso de hacer castillitos).
Es una convocatoria abierta y a la que os podéis apuntar cuando queráis y desapuntaros a voluntad. Ayer, 6 personas y 2 personitas.
Otro punto a destacar... cambias las cuatro paredes de la casa, apagas esa caja tonta que tenemos sobre el mueblecito de la sala y disfrutas de un rato al aire libre, en remojo, con amigos y bajo el cielo que, en ocasiones, nos ofrece estrellas fugaces.